Hay que reconocer que el mundo es un poco machista. Pero en la sociedad actual se está acabando con ello e incluso estamos llegando al otro extremo.
Los políticos no quieren que se les acusen de machistas y por ello toman medidas como crear un ministerio de igualdad y decir frases como: " queridos jóvenes y jóvenas", o plantearse medidas como que el monigote de un paso de peatones lleve falda.
Este último ejemplo nos muestra las tonterías que hacemos para buscar este igualismo. El hombre y la mujer, aunque se nos quiera convencer de lo contrario, son diferentes. Tú no tratas igual a uno que a otro.
¿Por qué?, porque son diferentes unos tienen unas características y otros otras. La mujer suele ser más sensible y el hombre más fuerte (siempre hay excepciones). Pero estamos intentando meter a los dos en el mismo saco.
Es como si pides un saco de manzanas y el dependiente te da un saco de peras y de manzanas, le puedes decir que lo quieres solo de manzanas pero él te responderá: "Bah da igual, si los dos son frutas y son casi iguales no hay casi diferencias". Pero el problema es que las hay.
Las conclusiones que saco son que hay gente que se come demasiado la cabeza y que nunca son buenos los extremos (vale la pena verse el vídeo):
Pablo O.
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